El fin de semana del 24, 25 y 26 de marzo se celebró la primera edición de las Jornadas de Música Electrónica 2.0, Cau d’Orella, en distintos espacios céntricos de la ciudad condal. El hecho de que las distancias entres ellos fueran cortas e brillara un más que apetecible Sol primaveral invitaba a dejarse llevar en un paseo por las distintas actividades de las que se podía gozar totalmente gratis.
Os puedo relatar lo que yo he descubierto, las gratas sorpresas que me he llevado durante estos dos días y tres noches, comenzando por el jueves noche en Boombox (la 2 de Apolo) donde contaban aparte de con su habitual plantel de djs, Kosmos, Ginebra y Geej, (y Funkmasta para completar la representación de Tracy Djs) con las actuaciones de Furguson y Noaipre, los primeros en clave de pop electrónico bailable, con sonoridades entre mogwai y passion pit. El segundo, Noaipre, Rohe, para los amigos, joven talento y gran promesa del dubstep español. De origen galaico, dejó al público atónito con su derroche de bajos suministrados con la precisión de un motor de inyección.
El viernes vino el primer día del ciclo de charlas “Xerrades a Cau d’Orella” en el auditori del Espai Cultural Caja Madrid. Se trataron temas de gran interés para conocer el estado actual de la escena electrónica y formulas para buscar recursos y remedios ante la famosa e infame crisis, que nos perjudica a todos pero muy especialmente a los que desarrollamos actividades relacionadas con la cultura.
Al finalizar, un agradable paseo hasta Discos Paradiso, para comprobar como una tienda de discos a la más vieja usanza sigue pudiendo ser un lugar de encuentro para una comunidad de devotos de la música. Puedes mirar discos, informarte de las novedades, escuchar una sesión o un directo y hablar con los colegas que te encuentras allí, otros entusiastas como tú. En aquella tarde en especial, se preparaba algo gordo, Dj2d2 y Niño “lo petaron”. De mientras, (no me pude quedar todo el tiempo) ahora si caminando ligero para llegar al Centro Gallego de Barcelona, que como mucha gente apuntaba, era un lugar a descubrir y sacar provecho. Como podéis imaginar la gastronomía hizo también de gancho, pero lo que allí se cocía era música y visuales de excepción. Balago ofrecieron un directo de tacto y textura sublime, un sabor excelente para los paladares más exigentes. Después vendría Compütah ante un auditorio casi lleno que combinaba sus vaivenes a la feria discográfica, a atender el grupo que estuviera actuando y a pedir otra ración de pulpo.
La siguiente jornada se inicia de nuevo en las “xerrades”, esta vez sopesando el papel de los prescriptores especializados en música electrónica, después una masterclass sobre Logic Studio a cargo de Pedro Pina de Microfusa, y finalmente un intento de reflexión sobre la cultura visual, en relación a la escena de música electrónica, que cada vez ofrece un mayor influjo a la hora de producir nuevos discursos artísticos.
Al finalizar, con una enorme satisfacción y dulcísimo sabor de boca por lo debatido, sintiendo que somos algunos los que nos preocupamos por la cultura de club, que al fin y al cabo, es cultura.
Otro paseo, esta vez más pausado, y de nuevo en el Centro Gallego para asistir el directo de Fur Voice. ¿Qué decir de esta formación? Una música enigmática y sensual, como un canto de sirenas electrónico, a medio camino entre Fever Ray y M83, con una ejecución impecable por parte del responsable del proyecto, David Gracia. Dejó propios y extraños sobradamente complacidos. Fur Voice es buen ejemplo de gran talento, de calidad óptima para un proyecto musical, comparable con cualquier formación de talla internacional, que encuentra difícil sobresalir en una escena aquejada por el poco apoyo a la cultura producida en nuestro suelo, por nuestros vecinos. Fur Voice, David acompañado del trabajo de dos videoartistas, Chuso Ordi y José Morraja, son un ejemplo de la motivación que nos ha llevado a apostar por un evento como Cau d’Orella.
Fur Voice - "Wimp". Official video clip from José Morraja on Vimeo.
Tiempo para congratulación, cervecitas y tapas, la feria ha sido un considerable éxito, las jornadas están sirviendo para que algo se mueva en el underground de esta ciudad, que desgraciadamente se mira demasiado el ombligo sin pararse a recapacitar sobre la importancia de encuentros como Cau d’Orella, donde ha habido de todo y para todos.
Toca encarar la última noche de las jornadas, tomando el pulso del ambiente que se respira en Freedonia podemos ponernos un diez, lleno a rebosar para la fiesta “Open Decks” organizada por el colectivo Hpf para la ocasión. En el escenario de dentro Turntablemind rompe ritmos a base de bien, provocando la extenuación entre la multitud allí congregada. Sudor y buen rollo, por unas horas nada que envidiar a Berlín, Ámsterdam o Londres…gran sonrisa interior.
Recargado aún más con ilusión ando los pocos metros que me separan de la Sala Apolo, sede del neurálgico Nitsa Club. Allí se espera una noche movidita, el mismísimo Ángel Molina para cerrar una noche precedida por el inefable Marc Piñol, los experimentales entre el dubstep abstracto y el IDM Downliners Sekt, los majestuosos y combativos The Suicide of Western Culture y la bocanada de aire fresco de Stainboy.
Y bien, quizá pronto para sacar conclusiones, sí que hay que destacar la cordialidad imperante, el espíritu de buen vecino y colega que ha reinado durante el transcurso de las jornadas. La frase que más he oído con respecto a la idea de realizar estas jornadas ha sido: ¡qué buena idea! Prácticamente todos hemos entendido la necesidad de hacer un esfuerzo como éste por el bien común. Como concluí durante las “xerrades”, se trata de conocer lo que hace el vecino, igual que conocemos lo que se hace en Alemania, Japón o Estados Unidos. Tenemos calidad y talento de sobras en nuestras calles como para estar orgullosos de quienes somos y lo que hacemos. Sólo me queda sugerir para próximas ediciones, que se incluya en el elenco artístico como atracción…¡el chorizo al albariño del bar del centro gallego!
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